A lo largo de mi vida, he aprendido una cosa muy sencilla: Dios es Universal. De todas formas, colores, olores y sabores, pues Él es todo.
Quizás por eso me siento más identificada con el hinduismo, que practicamente abarca todas las concepciones religiosas del mundo: Panteísmo, monoteismo, politeísmo, teísmo, deísmo, agnoicismo hasta el ateísmo :o!
Por eso, no puedo decirme que soy cristiana. Simplemente que creo en Dios en todas sus formas, manifestaciones y maneras. Porque nos ama por lo que somos, no importa si somos buenos o malos, justos o injustos. Ya que tanto los ángeles como los demonios les sirven, guardan la estabilidad del universo.
Y precisamente, Dios también nos habla de múltiples maneras. Ya sea con una canción en la radio que nos manda el mensaje en el momento preciso en que lo necesitamos, al encontrarnos a un amigo en la calle cuando pensamos en él, en un sueño encantador en medio de una etapa de la vida difícil, en la llamada de aquella persona que amamos y que esperabamos escuchar su voz, en el abrazo de un niño lleno de inocencia o en un hermoso amanecer... no alcanzaría el espacio del blog para explicar todas las formas de que Dios nos habla.
Y no se necesita un spin off. Simplemente si nos volvemos sensibles, podemos saber exactamente qué es lo que nos dice.
Aunque existan personas que nos tilden de esquizofrénicos... "Crees que los dioses te hablan"...
¿Y porqué no? Somos su creación y podemos escucharlo con el corazón.